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Quedan dos semanas de este año 2021, que aunque un poquitín más tranquilo que el 2020, nos presentó muchísimos desafíos que creo, continuarán un tiempo más.  Hemos estado hablando todo el mes de Diciembre, de recoger y limpiar, pues terminamos un ciclo anual y es importante hacer un alto para valorar, aceptar y tomar acción nuevamente a consciencia para poder continuar creciendo en nuestro paso por esta existencia terrena.

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Después de hacer unos propósitos muy entusiastas al principio del año, se nos fue acabando la gasolina rápidamente al enfrentarnos a la vida misma; al encontrarnos con un sufrimiento inevitable, con dificultades y adversidades que se presentaron.  Pero nuevamente, llega el tiempo de soltar y encajar para poder planear nuevamente con sentido y seguir en el camino del crecimiento personal paso a paso.

Es un proceso, como en espiral.  Muchas veces pensamos que no logramos nada, que no aprendimos nada, pero al hacer este alto podemos ver que siempre vamos en una espiral ascendente, solo hay que hacerlo consciente para vislumbrar los logros y celebrarlos.

 

Te invito hoy a hacer una reflexión profunda y aquí te ayudo con algunas preguntas y frases:

  • Abracé mi sombra, reconocí esa oscuridad que veo en los demás pero que también está en mi misma. Esos juicios que emito sobre otros sin siquiera onerme a pensar en las dificultades por las que el otro tambien está pasando.  Esos egoismos que no me dejan pensar mas que en mi y en lo que me conviene sin interesarme por lo que los demás necesiten.

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  • Dialogué con mis miedos y descubrí si son verdaderos y racionales o inventados; me dejé llevar por las falsas noticias, exageré lo que escuché y aunque nada me hubiera pasado nunca, me dediqué a exparcir el terror por los peligros sin darme un espacio para pensar, ponerle lógica a las cosas, actuar con ecuanimidad. Me dedique a ver a los demás como potenciales peligros y puse barreras para «protegerme» de algo inexistente.

 

  • ¿Cómo fue el uso de mi tiempo? bien distribuido o solo dedicado al trabajo, o a la vida social, o a mi propio bienestar. ¿Qué descuidé? Por querer ser perfecto en unas áreas, dejé de lado personas, relaciones, detalles más importantes y  me desconecté de la vida.

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  • Removí escombros, o me quedé pegado al pasado, con mis rencores y resentimientos. ¿Logré perdonar y perdonarme? O preferí aferrarme a las ofensas recibidas, sin pensar en mi propia participación o tal vez pensar que yo podría reaccionar de igual manera en una circunstancia similar.  Cargo con el peso del recuerdo constante de algo que pasó y de lo que no me he liberado.

 

  • Viajé a mi interior, me conocí un poco mas, contacté con lo valioso para mi. Logré un equilibio o  hay un desbalance generalizado en mi vida, agradecí o me la pase reclamandole a la vida lo que me falta.  ¿Soy una víctima de las circunstancia o el sueño de mis sueños?

 

  • Me la pasé pendiente de los demás e hice propios sus deseos o viví mi vida con mis deseos, objetivos y metas.

 

Quedan pocos días , pero estamos a tiempo de aceptar, perdonar, soltar y confiar.  Recuperar el aliento, ver de nuevo el sol nacer, y sonreír.  Todo esto depende de tí , de cada uno; es personal y de nadie más.  Tu vida te pertenece.

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Te deseo unas felices fiestas con mucho cariño, Emily

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