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La muerte: ¿A qué le tememos?

La muerte es uno de esos temas que sabemos que está ahí pero lo mantenemos lejos, no lo tocamos, ni lo nombramos para que no se «haga realidad».  Es un tema tabú para muchas personas, que incluso cuando se le nombra en su presencia se santiguan como para ahuyentarla, para que no vaya a suceder.

Lo triste es que aunque no la nombremos, la barramos bajo el tapete, tratemos de alejarla e incluso actuemos como si no existiera, es lo único que todos los seres vivos tenemos seguro.  Y  los seres humanos, tenemos esa conciencia, sabemos, que la muerte llegará tarde o temprano.

El asunto es que no tenemos el conocimiento de la fecha exacta y por esto vivimos como si tuviéramos todo el tiempo del mundo; asumimos, por defecto, que seremos longevos, e imaginamos cómo queremos ser cuando viejitos.  La realidad es otra, podemos morir mañana, o en una semana.   Así como asumamos la muerte, viviremos la vida.  Si pensamos que no hay afán de vivir, dejaremos lo importante para luego. Postergaremos vivir una vida llena de sentido, donde nos vemos y nos relacionamos minuto a minuto con nosotros mismos, con los otros, con lo que nos rodea.  Donde entregamos lo mejor de nosotros y vivimos una vida rica en experiencias, amores, amistades.  Donde vivimos el sufrimiento como un recordatorio de nuestro paso fugaz por la existencia ante la infinitud del universo y el espíritu. Y aprovechamos cada segundo como niños, sorprendiéndonos ante cada amanecer que nos regala la vida, ante cada inspiración, ante cada encuentro.  Si no tenemos a la muerte en la mira, damos por sentado, que estamos vivos.

Cuánto menos hablamos de ella, más temor nos da porque menos la conocemos; más ajena nos es.

Tememos lo que no conocemos y nos produce ansiedad la incertidumbre de no saber qué va a pasar y no poderlo controlar.

Entonces es importante tener una relación cercana con la muerte y eso solamente se tiene cuando logramos ponerla sobre la mesa,  meditarla, conectarnos en silencio y reflexionando sobre lo que es morir y sobre lo que es vivir. Hacer conciencia de que la vida como la conocemos sobre ésta tierra, en éste espacio y tiempo terminará.  Y entre más seamos conscientes de ello, más fácil nos será aceptarla, activamente.  No resignarnos pensando que igual va a suceder así que nada vale la pena; resignarse es igual al «deje así» y no haga nada.  Aceptar es activamente prepararnos para el momento viviendo una vida que valga la pena, que al final no tenga pendientes.

Es importante hablar de la muerte con nuestros seres queridos y educar a nuestros hijos desde pequeños sabiendo que es una realidad. Aceptar activamente la muerte es tener todo organizado de tal manera que nuestros familiares no tengan un sufrimiento adicional al tener que tomar decisiones por nosotros, organizar un montón de cosas que hemos acumulado, manejar dineros etc… es mejor ser claros y que ellos sepan cómo queremos morir, cómo queremos ser cuidados, qué condiciones queremos tener al final de nuestra vida, cómo disponemos nuestros asuntos, etc…

El poder tener algo de control, tener una organización aceptable, aligera la ansiedad  y el miedo ante la incertidumbre de no saber qué será de nuestro legado cuando nos vayamos.  Me gusta saber que una vida que ha tenido un propósito claro, deja una huella clara en los demás.  Y eso depende de cada uno de nosotros exclusivamente, de vivir y morir con INTENCION.

Algunos tips para ir empezando:

  1. Vivir como si nos fuéramos a morir (aunque suene a cliché) significa decir lo que pienso realmente, expresar mis sentimientos, poner mis límites, disfrutar de lo que me gusta y hacerlo todo de manera consciente
  2. Organizar tota mi vida material, posesiones, herencias, las cosas como si me fuera morir esta misma noche.  ¿Qué es lo que necesito realmente?
  3. Ser agradecido todo el tiempo hasta en lo más mínimo.  No dar por sentado ni por merecido nada.  La vida es un regalo y amanecer respirando cada día, un milagro.

No necesitamos una pandemia para recordarnos que la vida es efímera, que la presencia de las demás personas a nuestro lado puede durar tan solo días. No demos por sentada la vida VIVÁMOSLA!!

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