Saltar al contenido

Herramientas autotrascender y “dejar de mirarme el ombligo”

 

En un mundo cada vez más interconectado pero a la vez mas individualista, parece difícil dejar nuestras necesidades, opiniones, pensamientos de lado y ver y entender lo de los demás seres humanos.  El yo adquiere mayor relevancia y nos cuesta relacionarnos con un tu que a su vez piensa sólo en sí mismo. Y así vamos siendo cada vez mas solitarios y extraños, y también mas extremistas y radicales.  Nos cuesta esa unión espiritual que nos abre el corazón y nos ayuda a reflejarnos, a empatizar y comprendernos entre todos y ante todo darnos cuenta de nuestra igual dignidad y valor como seres humanos.

La autotrascendencia es un tema fundamental en la #logoterapia, o psicoterapia centrada en el sentido de vida de Viktor Frankl.  Junto con el autodistanciamiento, son los recursos espirituales propiamente humanos (somos cuerpo, mente, espíritu) que nos permiten salir de nosotros mismos para vernos desde fuera y conectar con otros. Y a grandes rasgos, significa, que no podremos llevar una vida plena, si nos quedamos mirando únicamente nuestro ombligo y no nos vinculamos o somos seres en relación con los demás, con nuestro entorno y con aquello más grande que nosotros, la vida misma y el universo.

Es poder salir de nosotros y vernos a distancia, vernos en relación, vernos en situación que es el autodistanciamiento, pero también es salir y relacionarnos con las otras personas de diferentes maneras, para dar y recibir amor, cariño, entregar lo mejor de nosotros de una manera original y creativa y dejar una huella cuando nos comprometemos con alguien o con algo, respondiendo así por nuestra vida. 

La autotrascendencia es también una forma de vivir aún en la dificultad y la adversidad inevitable.  Es un vivir en libertad que nos permite en las situaciones mas difíciles, elegir la actitud con la que afrontamos el sufrimiento, el dolor, la pérdida, la enfermedad y la muerte.

Ese espíritu humano trascendente, nos hace capaces de sobreponernos a nuestras necesidades físicas y psíquicas es decir, ir mas allá de nuestros instintos y vivir de acuerdo con lo valioso para cada uno de nosotros.  Y también nos conecta con lo que es mas grande aún que nuestra propia humanidad, nos sitúa en el mundo, en el universo, y para aquellos creyentes, con Dios.  Somos únicos en un mundo lleno de únicos, e irrepetibles.  

La autotrascendencia nos ayuda a:

  • Manejar los conflictos
  • Empatizar y comprender al otro
  • Amar libremente
  • Vivir con una actitud de posibilidad
  • Aprender de las situaciones pasadas sin quedarse en ellas
  • Relacionarnos con los demás desde una posición propia y segura
  • Poner límites adecuados
  • Poder confiar en los otros y tener esperanza en el ser humano
  • Tener sentido del humor y no tomarse tan en serio la vida
  • Tener capacidad de asombro ante la belleza de la vida y los milagros cotidianos
  • Comunicarnos mas fluidamente con los otros en un clima de escucha atenta, empatía, comprensión
  • Elegir una actitud ante la vida que vaya mas allá de mi mismo
  • Tener consciencia de nuestra libertad interior y de nuestra responsabilidad ante la vida.

 

 

Cada decisión me afecta no sólo a mí sino a toda la red interconectada que soy.  Afecto a otros y ellos a su vez me afectan.  Trasciendo mi propio ser cuando elijo vivir según lo valioso y me comprometo con algo que le da un para qué a mi vida.  Pero ojo, es importante la decisión personal de elegir libremente; el autoconocimiento para saber lo que es importante; el compromiso con algo mas allá de mi mismo, para encontrar la orientación en mi propia existencia y vivir de manera intencionada y coherente en esa dirección. Todo esto es personal, no puedo vivir la vida de otros, pues me pierdo a mi mismo y ahí es donde aparece el vacío existencial.

Te puede interesar el artículo: ¿Te sientes solo? 3 tipos de soledad que experimentamos y qué podemos hacer para estar bien con la vida

Eso valioso lo encuentro a través de lo que entrego al mundo a través de mi quehacer diario, de una forma creativa, poniendo al servicio del mundo mi talento único, mis ideas que hacen una diferencia para alguien o algo.  También lo encuentro cuando recibo del mundo con gratitud mediante los vínculos significativos de amistad, las relaciones amorosas, la belleza de la naturaleza o el arte, un amanecer, las oportunidades de cada día.  Lo valioso está inclusive en el sufrimiento que experimentamos con coraje y fortaleza y la actitud que elegimos libremente al aceptar y hacer algo significativo de ese dolor.

 

Para eso debemos educar nuestra consciencia y aquí propongo 5 acciones valiosas para lograrlo:

  • Conexión con nosotros mismos a partir de la práctica de la meditación y el silencio
  • Autoconocimiento y desarrollo de un sistema de valores propio y claro
  • Sensibilidad hacia los demás y sus necesidades, abrazando una causa, un voluntariado
  • Vínculos directos, personales, significativos.  Pocos pero profundos y libres.
  • Filosofar, es decir preguntarnos por los dilemas de la vida, nuestro lugar en el mundo y nuestra conexión con el universo.  Pensar, pensar, pensar

Hoy te invito a empezar a actuar con una de estas herramientas para ir creciendo interiormente y lograr una vida más conectada y plena.

Si te gustó este artículo, compártelo y creemos una comunidad conectada con la vida.

Emily Atallah

A %d blogueros les gusta esto: