Herramientas para quitarle el tabú al tema de la muerte
Es curioso, pero siento que he pensado en la muerte desde siempre. Probablemente no es así, pero es un tema que no me asusta tratar y me sorprende que sea tabú en nuestra cultura -no en todas lo es- y le demos connotaciones de mal agüero, de tragedia, de oscuridad, en general, de algo horrible que está fuera de nosotros. La realidad es que la muerte es nuestra compañera de vida; va de la mano en nuestro recorrido aunque la ignoremos. Es la única certeza que tenemos y que con toda seguridad vamos a experimentar.
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Aceptar que vamos a morir en cualquier momento, nos conecta con nuestra vida y nos hace percibir cada día de manera diferente, más valioso. Nos da un sentido de temporalidad que nos ayuda a no dejar palabras sin decir, llamadas por hacer, creaciones por entregar al mundo, amores por compartir y nos ayuda a darle a cada cosa su lugar. Pensar en la muerte propia, nos ubica en la realidad de las cosas y de la vida. Nos conduce a cuestionar nuestra existencia y encontrarle un sentido. ¿Qué es verdaderamente importante? ¿Qué nos vamos a llevar? ¿Qué recuerdo o huella vamos a dejar en los otros? tantos «para qué» que nos dan dirección y norte con el paso del tiempo.
«La vida es la constante sorpresa de saber que existo»
Rabindranath Tagore
El problema es que no sabemos cuándo vamos a morir, y por lo tanto, nos olvidamos de ella y postergamos lo que debería ser importante. Probablemente si hoy nos llegara la muerte, muchos diríamos: si hubiera hecho, si no hubiera dejado para luego, si las cosas fueran diferentes, si me quedara mas tiempo etc.… Trataríamos negociarle a la muerte mas tiempo, como si algún tiempo fuera suficiente cuando no nos lanzamos a vivir.
Nuestra vida está llena de buenas intenciones pero le faltan acciones. Y en la acción es donde sucede la magia. Creemos que se trata de sufrir y de superar obstáculos únicamente y se nos olvida disfrutar. Creemos que lo bueno viene luego y vivimos llenos de miedos o de arrepentimientos y nos olvidamos de vivir el presente con lo que tiene. Creemos que los demás nos impiden o son obstáculo para realizar nuestros sueños y nos quedamos quietos, porque así tenemos la excusa de culpar a otros.
Quien ha vivido una vida plena, no le quedan pendientes y tiene la satisfacción de haber cumplido su misión. La vida es personal, nacemos solos y moriremos solos. Así responderemos por lo hecho y lo dejado de hacer.

Hoy te invito a usar estas herramientas para hacer del tema de la muerte tu mejor aliado a la hora de vivir una vida plena y significativa:
1. Ten en cuenta que puedes morir en cualquier momento, es una realidad y si no la aceptas, estarás negando lo único certero. Para morir, hay que estar vivo.
2. Saborea cada minuto de vida, disfruta los pequeños detalles y cada experiencia que tengas pensando siempre que es la última. Sé intencional.
3. Recuerda que no tienes el control de nada, así que fluye con la vida y no te la compliques
4. Habla de la muerte, de la tuya y de la de tus seres queridos. Recuerda con cariño a quienes se han ido y honra su vida. Habla de tus miedos, lee sobre ella, hazla parte de tu vida y ten tus asuntos siempre organizados.
5. Haz un balance de tu vida periódicamente y dale intención a tus acciones futuras.
6. Viaja ligero. Despréndete de posesiones que te quitan el sueño, suelta rencores y resentimientos, se libre y deja vivir a los demás sin tanto juicio.
7. No seas como agua de estanque sino como agua de rio que fluye y cambia. Explora, hazlo con miedo, pero hazlo.
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Lo importante al final, es que empecemos a mirar la vida de manera diferente, como un paso fugaz -porque el tiempo en realidad es corto-, que vale la pena aprovechar, mediante acciones valiosas que nos conecten con todas las maravillas y sorpresas que trae nuestra existencia terrena. Y esto, solo es posible teniendo en nuestra mira, la presencia de la muerte que nos acompaña durante todo el camino.
Emily Atallah Coach de Vida