Saltar al contenido

Entregar lo mejor de mí al mundo

Nuevos hobbies, aprendizajes, compartir conocimiento.

Otra de las claves para conectarnos con la vida es ser intencional en lo que entrego yo al mundo, lo que Viktor Frankl llama los valores de creación. La idea éste año es llevar un hilo conductor cada mes para que cada blog no sea un artículo aparte sino que logremos profundizar un poco en un gran tema. En enero el tema se centra en encontrar el propósito y el sentido de vida y para esto, trabajamos varias herramientas:

En la primera semana hablamos de conectar con nosotros mismos para auto conocernos, auto trascender y auto proyectarnos, es decir, encontrar lo que es valioso e importante para nosotros, recibir del mundo y entregar a otros lo mejor de cada uno y visualizarnos a futuro siendo, es decir, en relación existencial con todo lo que nos rodea.

En la segunda semana hablamos de nuestros vínculos significativos, es decir, encuentros interpersonales valiosos, conexiones profundas, de amistad y de amor. Tener experiencias que nos permitan crecer, desarrollarnos y ser cada día mejores.

En esta semana la idea es entregar lo mejor de mí y dejar una huella en el mundo. ¿Cómo quiero vivir? ¿Cómo quiero ser recordado?

De nada vale dedicarnos a recibir, sin entregar. Pues en el dar es donde se encuentra el propósito.  El mundo nos regala experiencias por medio de la naturaleza, de otras personas, de vivencias, de milagros que nos sorprenden cada día. De aprendizajes nuevos que nutren nuestro intelecto, de vínculos que hacen la vida significativa. ¿Pero nos quedamos con todo esto? o somos experiencia de significado para los demás.

Creo que es muy difícil sólo recibir en la vida. Llega un momento en que si la relación no es de ida y vuelta, se rompe. Pasa con el mundo y de hecho es lo que está sucediendo.  Nos dedicamos a apropiarnos de la naturaleza, a destruir en nuestro beneficio, hasta que ella está reclamando su parte, y los que terminaremos mal si no empezamos a devolver con amor, seremos nosotros mismos.  Igual pasa con los vínculos personales. No podemos exigir amistad y amor incondicional sin entregar nada a cambio. Las relaciones deben ser cultivadas con cariño, y mas bien entregarnos sin esperar, para poder recibir.

Por medio de nuestra actividad entregamos lo mejor de nosotros, si lo hacemos con la conciencia de que nuestro paso por la tierra es valioso. Cada uno es único, y hace las cosas de una manera especial y particular. Todo lo que hacemos y dejamos de hacer, es una forma de relacionarnos con nuestro entorno, y podemos hacer que cuente o que reste. La manera en que realizamos nuestro trabajo, los hobbies que tenemos, la forma en que vivimos, lo que comemos, como invertimos nuestro tiempo.  Podemos dedicar la vida a quejarnos, a criticar o podemos hacer que cada pequeño acto sea realizado con amor y tenga sentido especial. Hasta lavar la loza, limpiar el cuarto, o dar una conferencia y realizar un experimento todo es importante y todo cuenta.

Pero no quiero que parezca que debemos vivir en un falso optimismo, de esos que nos llevan a decir frases positivas todo el tiempo y sonreír a todo el mundo. Cuando entrego al mundo, entrego todo mi ser y mi ser, es uno que a veces está bien, alegre, esperanzado y contento con la vida, y a veces es otro que sufre, que no encuentra el camino, que está triste y tiene miedo. A veces es un ser que no sabe para que vive y quiere huir, dejarlo todo. Mi ser muchas veces, la mayoría no sabe cual es su propósito y se mueve sin rumbo, sorteando obstáculos y viviendo lo mejor que puede.  Y otras veces se siente apoyado, acompañado y vuelve a sonreír pero la mayoría del tiempo está solo y no sabe cómo salir adelante.

Bueno, pues lo maravilloso es que ese es el ser que está en relación con la existencia y ese es el ser que aprende y enseña. A partir de nuestras vivencias, vamos creciendo y eso que somos, con lo bueno y con lo que hay que ir mejorando, es lo que compartimos con el mundo y con todos, en una comunión espiritual en la que hacemos un mundo mejor cada día. Lo importante es ver la posibilidad, y no quedarnos en la crítica y el estancamiento.

Te invito hoy a preguntarte sobre lo que estás entregando al mundo:

  • ¿Veo el bien que hago a través de las acciones pequeñas y cotidianas, o estoy siempre esperando a tener grandes eventos para ver lo valioso en mi vida?
  • ¿Estoy consciente de que mi vida es siempre oportunidad de ayudar y hacer algo por los demás o creo que hay tanto por hacer que es imposible cambiar el mundo?
  • ¿Cuándo las cosas no van bien, logro a pesar de todo, encontrar alguna lección?
  • ¿Estoy en espera de encontrar lo que me apasiona o le pongo toda mi pasión a lo que hago?
  • ¿Me valoro realmente como agente de cambio en el mundo, sabiendo que todas mis acciones están conectadas y afectan el mundo en general, o pienso que yo solo no cuento y que lo que hago no impacta nada ni a nadie?
  • ¿Cómo está mi autoestima hoy? ¿Qué veo en el espejo cuando me miro? ¿Sé que soy valioso sin tener que demostrar nada?

Puedes pedir ayuda siempre que necesites.  Un buen amigo, un coach, un consejero espiritual, un psicólogo. Debes saber que eres único, y que eres irremplazable. Tu vida es importante y todo lo que haces deja una huella en el universo. No tienes que estar bien siempre, pero todo lo que eres, cuenta, suma en ti, en los otros y en el mundo entero. ¡Ánimo!

Emily Atallah

A %d blogueros les gusta esto: