La palabra pasión está de moda. Todo el tiempo nos preguntan acerca de lo que nos apasiona; si hacemos realmente lo que nos apasiona seremos felices y lo contrario si no hemos encontrado nuestra pasión en la vida. Y siempre me pregunto, ¿será que todas las personas tenemos tan claro lo que nos gusta hacer, en lo que queremos trabajar, con quien queremos compartir nuestra vida etc…?
Yo siempre me he movido en un mar de incertidumbres y creo que eso raya más en la normalidad que el tener la absoluta seguridad de tener clara la vida siempre. Somos seres cambiantes, no somos los mismos que ayer aunque parezca. ¿Cómo entonces vamos a escoger la carrera que nos apasiona a los 18 años y estar tan seguros que eso va a ser así por los próximos 70 años? ¿Cómo escogemos alguien para compartir nuestra vida y sabemos que ese es el amor de la vida y no hay nadie más? ¿Cómo sabemos cuál es el tipo de vida que nos apasiona y que esa será hasta que muramos?
Si nos vamos al análisis de la palabra pasión, ésta viene del latín passio que significa acción de padecer, un estado pasivo del sujeto. Perturbación o afecto desordenado del ánimo. Apetito de algo o afición vehemente a ello.
¿Tal vez la misma palabra nos indica algo que no es permanente? Puede ser que sea yo quien lo vea así, pero para mí la pasión por algo, no dura mucho. Puede ser pasajera. Pero una cosa es la pasión que sentimos por algo y otra es hacer las cosas apasionadamente, es decir, poniéndole todo el esfuerzo, el corazón, poniendo todo lo que somos en ello con amor.
Para esto se necesita decisión, o voluntad. Puede que algo no me apasione pero si veo la utilidad, la importancia, lo valioso, puedo elegir dedicarme apasionadamente a ello.
Muchas personas, deben trabajar en oficios que no les gustan, pero que les proveen un sustento. Ciertamente no es su pasión, pero si es su elección el hacerlo apasionadamente. Podemos sentarnos a ver pasar las horas y recibir el cheque cada semana o podemos encontrar lo que ese oficio nos aporta a manera de aprendizaje personal y sacarle provecho. También podemos ver el servicio que prestamos a los demás, la huella que dejamos en el mundo y el pequeño cambio que hacemos en él. Podemos ver el impacto que generamos al contestar un teléfono, al barrer una calle, al pegar un ladrillo, al escribir un libro, al cocinar un buen plato etc… Pero es nuestra decisión el cómo queremos vivir.
Puede que hayamos escogido el matrimonio como forma de vida en pareja y hayamos prometido pasar la vida juntos en las buenas y en las malas hasta que la muerte nos separe. La pasión pasará más temprano que tarde, pero es nuestra decisión trabajar para que el amor sea un verbo y no un sustantivo como dice una canción de Ricardo Arjona, y se mantenga la pareja y constituya un pilar familiar importante.
La pasión es la forma como hacemos las cosas, como enfrentamos nuestros compromisos, como vivimos la vida y cómo le respondemos a ella. La pasión es esa libertad propia nuestra de escoger en dónde ponemos nuestra voluntad y nuestro corazón.
Que al final no digas que otros eligieron por ti, que viviste la vida de los demás, que seguiste los sueños de otros, que era lo que estaba de moda, que las circunstancias no te permitieron, que la vida se te pasó y ya no hay tiempo…
Hoy te invito a redefinir tu pasión y a vivir tu vida apasionadamente.