Para continuar con el hilo que hemos venido siguiendo en redes sobre la adversidad, hoy quiero hablar sobre el humor y lo que implica para lograr encontrar sentido de vida a pesar de las dificultades que se nos presentan, de cualquier tipo. Me ha gustado mucho todo lo que escribe Miguel Ángel Conesa en su libro “Hacia el sentido” y otra persona experta en el tema es Stefan Vanistendael que aporta sus conocimientos en el libro “Resiliencia y humor”.
Cuando sufrimos una pérdida, la muerte de alguien cercano, la enfermedad crónica o terminal, una ruptura afectiva, se nos nubla la vida, todo lo vemos negro, se nos angosta (angustia) el mundo y no logramos ver una vida posible después de tanto dolor. Y no es fácil salir de ahí. En realidad hay que poner mucho de nuestra parte y “hacer” algunas cosas aun en contra de lo que nuestro cuerpo y nuestra mente nos sugiere.
El humor es uno de los recursos que tiene mayores efectos sobre nuestra salud ya que libera endorfinas (analgésico natural), reduce los niveles de cortisol que se sube cuando estamos muy estresados, es relajante muscular y sube las defensas del cuerpo. Por años se han realizado estudios y de hecho se han aplicado en hospitales con enfermos de diversos tipos, las terapias de la risa y el juego ayudando a liberar a la persona de sus pensamientos recurrentes y alejándola de los pensamientos sombríos.
El humor genera vínculos y mejora la comunicación entre las personas. Por supuesto que debemos alejarnos de dos formas de humor que pueden ser hirientes si no se usan adecuadamente, como la ironía, el sarcasmo.
En realidad nos referimos al humor sano, agradable, sin exageraciones. Ese que produce risa y genera unión y camaradería en los grupos de personas.
El humor es una forma de escoger una actitud ante la vida y esto es lo que produce cambios en mí y en lo que me rodea. Y es una actitud de ver la dificultad o el problema desde otras perspectivas y no quedarme sumido en él. Es tomar distancia y darnos espacio entre el problema y yo, darle la importancia que realmente tiene y verme como ser humano diferente a mi dificultad. Soy mucho más que mi enfermedad, soy más que mi duelo, soy más que mi pérdida. El vernos con humor frente al problema es ser compasivos con nosotros mismos, dejar de tomarnos demasiado en serio y tratar de ver otras cosas aparte que pueden ser manifestaciones de amor, apoyo, compañía, aprendizaje, que tal vez por estar inmersos en el problema no lográbamos ver.
Tips para empezar a reír nuevamente, aunque no lo creamos posible…