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Un poco más de compasión…

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Asheville N.C.  Octubre de 2016

He estado de viaje con todo lo que ello implica de alegría, conocimiento, nuevas experiencias, la felicidad de ver a mi hija que vive lejos.  Pero también cuando viajamos nos encontramos con dificultades, las cosas no son como en casa (y eso que ahí nos quejamos), la comida no siempre sale tan buena, la atención no nos agrada del todo, los aeropuertos demorados, incómodos, los atrasos de vuelos, el no tener una silla asignada.  Van a creer que he sufrido!! Pero no es así, he pasado feliz! Simplemente se me ocurrió pensar en un tema que es clave en nuestra vida, para no perder la paz y la libertad interior que nos alcanzan una vida agradable y cercana a la felicidad.  Ese tema es la compasión.

Estar tranquilos en nuestra zona de confort no nos permite salir de nosotros mismos y de nuestro entorno para ver al otro, inclusive para vernos y monitorear nuestro actuar en las diferentes situaciones.  Pero ver al otro y verlo como un ser humano con todas sus virtudes y dificultades podría ser un paso hacia el entendimiento y hacia el juzgar con varas más pequeñas y cercanas a la realidad. Si solo vemos desde nuestro punto de vista y nuestras ideas, estamos dejando de lado una inmensidad de pensamientos diferentes e importantes que nos pueden llevar a entender realidades que son válidas y que no por ser diferentes deben asustarnos.

El mundo está compuesto por miles de millones de personas y no hay dos iguales (exceptuando los gemelos idénticos) así que cada ser humano que nos cruzamos tiene una mirada diversa del mundo que lo rodea y que mal haríamos en desechar y en desaprovechar, por que no, ya que nos brinda un universo de conocimientos. Pretender que todos, aunque profesáramos la misma religión, tuviéramos la misma profesión, habláramos el mismo idioma, pensáriamos lo mismo sobre un tema es reducir al ser humano a una cosa.  Verlo solo desde un punto de vista, cortarlo con la misma tijera y ahí si… acabar con su libertad. Pero somos seres racionales, biológicos y espirituales y solo mirándonos desde las tres dimensiones podremos ver a una persona en su totalidad y su unicidad. Somos seres completos e irrepetibles.

Al final lo que podemos ver es que cada quien amanece dentro de un entorno que le es propio, muchas veces lleno de dificultad y otras de calma y tranquilidad.  Si logramos ver más allá del mesero, el obrero, el músico, el vendedor, el piloto etc…(un largo etc) veremos un ser humano y podremos no juzgar sino entender su comportamiento y comprenderlo.  Tener empatía o ponernos en sus zapatos ( lo cual es imposible, pero es un dicho muy popular).  Ver detrás una historia que podría  ser similar a alguna nuestra.  Ofrecer una sonrisa en lugar de un grito, un consejo en lugar de una queja, una palabra amable en lugar de un insulto.  ¿No tendríamos un mundo más pacífico?

La invitación de hoy es a ver la historia detrás de cada ser humano que cruzamos.  Dejar la crítica, mirarnos a nosotros mismos y saber de lo que somos realmente capaces dependiendo de las circunstancias y llenarnos de compasión…

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