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Comunicación desde el amor…¿qué es esto?

Photo by rawpixel on Unsplash

Cuando hablamos de comunicación siempre pensamos en lo que decimos o dejamos de decir, y en lo que expresa nuestro cuerpo, nuestra mirada, nuestros gestos.  Normalmente durante una parte del día nos comunicamos inconscientemente, expresamos lo que sentimos y deseamos sin detenernos a pensar en ello, pues no fluirían las palabras.  Pero también otra parte de nuestro tiempo, nuestra comunicación es consciente; especialmente en el trabajo, con nuestra pareja, con los hijos y amigos y expresamos igualmente nuestros deseos y necesidades pero de una forma pensada, sabiendo lo que queremos obtener.  Esta comunicación muchas veces es la que nos complica la vida y nos lleva a conflictos con los demás.

Aunque nos expresamos desde una posición de poder, o tratando de demostrar algo, o también desde un sentimiento o posición de inferioridad, lo cierto es que la comunicación nos hace especial y específicamente humanos; envuelve todas nuestras dimensiones, física, psicológica, emocional, intelectual y espiritual.  Usamos la razón y la emoción, involucramos nuestros sentimientos y experiencias, conocimientos etc…

Si nos hace tan humanos, por qué es tan difícil comunicarnos con los demás seres humanos? Por qué se nos hace tan difícil verlos desde la empatía, desde sus circunstancias y desde su situación?  

Creo que muchas veces olvidamos que la comunicación para ser tal, debe ser de dos vías.  Debemos involucrar a nuestro interlocutor.  Y sí, aunque parezca una obviedad, muchas veces queremos comunicar algo sólo pensando en nosotros mismos, de una manera egoísta, donde no cabe sino uno.  Por eso hay tantos malos entendidos.

Expresamos lo que queremos y sentimos sólo desde nuestro lado, sin tener en cuenta al otro que también tiene sus propios sentimientos, deseos y puntos de vista.   Y ahí es donde se corta el hilo, donde empieza el juego del teléfono roto que jugábamos cuando pequeños.  Cuando no tenemos en cuenta los pensamientos de nuestro interlocutor y las posibilidades que se abren desde su unicidad, cuando no lo vemos como otro ser humano igual a nosotros, asumimos que el otro debería saber lo que queremos y entender lo que expresamos desde nuestro lado.  Ocurre que ponemos nuestros pensamientos en los suyos. 

Qué cantidad de complicaciones!! cuando lo que hemos estado es hablando de simplificar la vida. Creo que una parte importante para lograrlo es simplificar la comunicación con el otro para tener relaciones interpersonales fluidas.

Algunos tips que nos pueden ayudar a fluir en nuestra manera de comunicar:

  1.  Ser conscientes y aceptar que somos vulnerables.  Muchas veces hablamos desde la prepotencia de creernos mas que los demás y conocedores expertos de todo.  Pero seria mas enriquecedor aceptar que los demás seres humanos nos aportan con sus opiniones.  Es verdad somos vulnerables y también lo son los demás.  Por qué no crecer juntos?
  2. No estar a la defensiva.  Ocurre que muchas veces pedimos o expresamos como sabiendo de antemano que no vamos a obtener y estamos defendiéndonos de peligros inexistentes.  Vivimos bajo el miedo de parecer menos o inferiores y nos ponemos la armadura que nos protege pero que también nos aísla de una comunicación abierta y desde el corazón. 
  3. Ser auténticos.  No temer mostrarnos tal cuál, con toda nuestra riqueza y también con nuestras debilidades.  Ser auténticos es aceptarnos así tal cual somos en lo bueno y lo malo y no dar tanta importancia al qué dirán pues al final, todos estamos hechos de lo mismo y somos especiales, únicos e irrepetibles.
  4. Estar abiertos de mente y de corazón.  Muchas veces hablamos como demandando toda la atención hacia nosotros y como si mereciéramos que los demás se rindieran a nuestros pies. Si hablamos estando abiertos al otro con un corazón dispuesto y nos comunicamos desde el amor y la compasión, entendemos la historia del otro, sus circunstancias y el otro hace con nosotros lo mismo.  Dos biografías crean una nueva y mas enriquecida relación.  Es de almas nobles lograr esto.
  5. Preguntar.  Más vale una pregunta tonta que un tonto que no pregunta.  La única forma de corroborar si entendimos es confirmando lo que escuchamos sin sesgos.  

Te invito a revisar tu forma de hablar, de pedir, de expresar desde una posición de humildad y cambiar lo que sea necesario, no dar tantos rodeos inútiles y ser claro y directo siempre desde el respeto y la comprensión.  Lograrás con toda seguridad simplificar tus relaciones y tener una vida más amable y llevadera.

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