En el ambiente laboral no se suele hablar sobre perdón; ese parece ser un tema reservado al mundo interior de la persona y a sus relaciones individuales. Pero el perdón resulta ser un importante medio para calmar los ánimos disruptivos en los ambientes laborales y aumentar la productividad y cooperación entre compañeros de trabajo al estar comprobado científicamente como cura para la ruptura interna emocional, esto es, reducción en los niveles de ansiedad, control de la ira tóxica, protección contra la depresión y refuerzo de la autoestima (Enright, 2010)
El tema es relevante ya que las personas pasamos la mayor cantidad de tiempo en nuestro trabajo y nuestras relaciones laborales se convierten en aquellas con las cuales tenemos que convivir y tomar decisiones sin que nos unan lazos de amistad ni amor en la mayoría de los casos.
Muchas personas sufren acoso laboral y no denuncian por miedo a perder su trabajo. Las relaciones abusivas se dan siempre en un esquema de poder, del cual es muy difícil salir y aunque se habla mucho del acoso y del bullying escolar, el laboral constituye muchas veces un tema de vergüenza por ser entre adultos que “supuestamente” deberían ser capaces de defenderse.
Estas personas van por la vida con una actitud sumisa, una ira y un rencor reprimidos, una pésima disposición a colaborar, actitudes que a su vez serán descargadas en otros más débiles, generalmente en su familia. Se limitan a cumplir su labor sin aportar nada al equipo de trabajo. No hay creatividad y el clima laboral se deteriora y resulta en una baja productividad y mayor ausentismo por enfermedades asociadas al estrés.
Normalmente en las empresas rige un código de conducta de cero tolerancia al acoso, abuso y discriminación de cualquier tipo, se promueve la igualdad de oportunidades y se alienta la denuncia. Pero la realidad es que al haber relaciones de poder, se vuelve muy difícil y riesgoso denunciar y al final se sufre en silencio y el poderoso hace lo que quiere. Cuando funciona dicho código, se atacan los comportamientos pero no se llega a la raíz del problema.
Es necesario implementar programas de prevención, lo cual es más fácil en el ambiente educativo escolar que en el ambiente empresarial. Pero es posible..
Si ayudamos a nuestros colaboradores a gestionar de mejor manera sus emociones, a mirar al otro como un ser humano de igual dignidad, a respetar las opiniones de otros aunque no las comparta, a ser empáticos con la historia personal de cada cual y a entender que cada persona viene con un mundo único a cuestas, todas éstas, herramientas que el perdón nos ofrece, podremos ayudar a mejorar el clima laboral y a tener personas que vayan a sus trabajos entusiasmadas por lo que van a hacer en su día, llenas de ganas por aportar y trabajar en colaboración con otras a quienes ven como compañeros y no como competidores.
Al trabajar el tema del perdón se logra entender que ante las ofensas no debemos eximir la justicia, ni debemos dejar pasar el mal trato ni poner la otra mejilla y ser vulnerables eternamente. Se trata de reconocer el error y tener una segunda oportunidad. Se trata de hablar con franqueza y honestidad, de aprender a manejar las relaciones de una forma diferente y mas creativa, de mirar al otro con empatía, lo que no significa no «tener» el poder, sino de tener un poder al servicio de los demás.
El perdón tiene todo que ver en el ambiente laboral y promueve sanas prácticas empresariales, promoción de los seres humanos y logros cooperativos importantes dentro de un clima organizacional sano, incluyente y respetuoso. Estas son las comunidades de perdón que queremos impulsar para lograr ambientes transparentes, honestos, promotores de líderes que puedan incorporar herramientas diferentes a las propias de resolución de conflictos y hacer de estas soluciones unas permanentes y duraderas en el tiempo con mejores seres humanos aportando a toda la sociedad en general.
Los invito a tener en cuenta nuestro taller de perdón empresarial adaptado a las necesidades particulares de su empresa.