Hemos estado hablando sobre el hacernos víctimas de las circunstancias, ser expertos en excusas, culpar lo externo por nuestra falta de proactividad. Al final la consecuencia de todo esto es personal. Cada uno vive su propia vida y elige cada día lo que quiere hacer de ella.
¿No les ha pasado que cuando queremos algo realmente, sacamos el tiempo necesario y encontramos todos los medios para hacerlo, oponiéndonos a quien se nos atraviese en el camino? Te puede interesar leer El significado de lo valioso
El problema es que vemos la vida como un periodo de tiempo muy largo y las consecuencias de lo que hacemos y dejamos de hacer no se notan inmediatamente. Nos vamos dejando llevar por las rutinas y nos instalamos en una zona de confort (que no por ser comfortable significa que sea buena…). Por lo general cuando nos damos cuenta de nuestro estancamiento, ha pasado mucho tiempo y estamos inmersos en una dinámica que nos hace mas difícil ir contracorriente y llevar a cabo nuestros sueños.
El vivir de forma auténtica, apropiándonos de lo que somos y de nuestros sueños es algo que se debe trabajar constantemente y sería mas fácil si alguien nos lo hubiera enseñado desde niños.
Pero como siempre digo, nunca es tarde para empezar a vivir. Lo importante es que lo logremos para no arrepentirnos ni dejar pendientes antes de partir de esta existencia terrena. Es mejor vivir plenamente un día que ninguno. Te puede interesar leer ¿Y si hoy nos sorprendiera la muerte, estaríamos listos?
Y creo que estas 4 claves nos ayudan a empoderarnos de nuestra propia vida:
Aceptación personal: Autoconocernos para saber cual es nuestra verdadera identidad personal, quienes somos y qué quieremos en la vida. Y aceptarnos con nuestras luces y sombras, sin importar las exigencias sociales ni la opinión de los demás. Si no estamos muy afinazados en nuestro conocimiento personal, es fácil andar como veletas intentando encajar y ser aceptados por otros. Te puede interesar profundizar en el tema leyendo Aceptación personal: ¿Cuál es mi identidad y cómo me proyecto ante los demás?
Amor propio: Cuando sabemos quienes somos y para donde vamos, somos conscientes de que no tenemos que hacer nada para ser amados y valorados. El amor empieza por casa, por aceptar nuestra vulnerabilidad, por expresar nuestras emociones, por reconocernos como seres humanos, en constante cambio. Por sentirnos bien con nosotros mismos y en nuestra compañía. Solo así podremos poner nuestros límites, darnos espacios para ser y crecer, y aceptar la diferencia como parte importante para integrar una comunidad complementaria.
Valentía y coraje: para reconocer nuestra responsabilidad con nosotros mismos y con el todo. Saber que todas nuestras decisiones tienen un efecto en los demás y en el entorno. Somos libres para elegir la vida cada día y somos responsables por esas elecciones y no podemos culpar a los demás aunque lo que hayamos elegido sea hacer lo mismo que hacen los demás o no hacer nada; eso tambien es elegir
Falsas expectativas: El estar esperando que todos hagan o digan ciertas cosas, se comporten de determinada manera, respondan por sus errores, piensen de igual forma a nosotros que somos los poseedores de la verdad, nos hace muy infelices. Porque es irreal, no va a pasar y nos quedaremos toda una vida estancados esperando… Cada ser humano es un mundo diferente, complejo, único, digno y valioso por si mismo. Cada quien tiene su propia verdad y aunque podemos llegar a consensos y estar de acuerdo en algunas cosas, la realidad es que cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles. No podemos esperar que todo estén de acuerdo con nuestras opiniones y tampoco podemos estar juzgando a los otros porque son diferentes. Eso solo nos hace daño y nos amarga la vida.
Nadie va a venir a salvarnos. Los demás no van a cambiar para que yo pueda ser lo que se supone que quiero ser. Y esa es la diferencia entre hacernos las víctimas o adueñarnos de nuestra vida, de nuestros pensamientos, opiniones y acciones.
Al final, ¿qué importa si los otros nos juzgan? No podemos estar complaciendo a todos, hacer felices a todos, estar en todo, encajar en todos lados.
Te invito hoy a pensar si estás viviendo tu vida o la de otros. Mira en tu interior, y también sé consciente de tus palabras y acciones. Si todo lo ves amenazante, gris, grave y no encuentras nada bueno, es hora de trabajar en tí mismo y empezar a cambiar. No te arrepientas al final de tu vida de lo que dejaste de hacer.
Me puedes contactar en emilyatallah@gmail.com
Con cariño, Emily